Descubre cómo se enoja cada signo

Seguramente te sorprende observar las diferentes formas que tienen de enojarse las personas. Algunas reaccionan con violencia y efusividad, mientras que otras se limitan a encerrarse dentro de sí mismas y no te enteras de su enojo hasta que te percatas que llevan un día sin hablarte.

El ser humano es complejo y una de las formas de manifestarlo es a través de sus enojos. A los efectos de seguir sorprendiéndote, te adelantamos que la forma de enojarse está íntimamente conectada con el signo del zodiaco. Presta mucha atención a la forma que cada signo tiene de enojarse y elige bien a las personas que deseas tener cerca de ti.

Los signos y su enojo – cómo manifiestan su ira

  • Aries – con descontrol: cuando la ira se apodera de este nativo, se siente su más agudo tono de voz y toda su humanidad aparece frente a nosotros agrandándose a cada segundo. Sin embargo, una vez que pasa la tormenta, todo vuelve a ser como antes y no es siquiera necesario pedirle perdón.

 

  • Tauro – con silencio: no vocifera ni llena el aire de ademanes, simplemente se limita a no hablar más del asunto. Es casi imposible pretender que nos dé la razón, por lo que tendremos que conformarnos con lograr que nos vuelva a tratar como siempre.

 

  • Géminis – con risa: es difícil que se enoje, pero cuando lo hace habrá una sonrisa en su rostro, ya que no es nada amigo del mal humor ni de la agresividad. Si te retractas de lo dicho y resuelves los que has hecho, volverá a relacionarse contigo como antes; de lo contrario, no te fíes de su sonrisa, puesto que será la última vez que la veas.

 

  • Cáncer – se encierra en sí mismo: si está en uno de esos días en los que la luna no lo favorece, será muy fácil hacerlo enojar y muy difícil hacerlo volver de ese estado en el que entra con tanta facilidad: el encierro en su propia persona. Cáncer no habla de sus emociones, por lo que tendrás que lidiar con un cangrejo mal aspectado por varios días.

 

  • Leo – con autoridad: cuando el enojo toca su puerta, impone toda la autoridad que el signo le confiere y puede llegar a tornarse bastante amenazante. Lo mejor es decirle a todo que sí y después salirnos con la nuestra.

 

  • Virgo – con aplomo: tienes que conocerlo muy bien para darte cuenta de que está enfadado, ya que te tratará con la misma calma y aplomo de siempre, pero una vez todo pase, es más probable que no lo vuelvas a ver más.

 

  • Libra – con melodrama: este signo lleva las emociones a flor de piel, por lo que es de esperar que derrame lágrimas, se tire al piso y amenace con hacernos cosas increíbles. Pero es el típico perro que ladra y no muerde. No hay nada que temer con un Libra si el enojo no ha sido por una importante traición, dado que tiene una amplia capacidad para el perdón.

 

  • Escorpio – nada ha pasado: te hará creer que nada ha sucedido, porque de este modo tiene el terreno libre para preparar su venganza. Si has hecho enfadar al escorpión, no esperes salir invicto de la situación.

 

  • Sagitario – con golpes: como signo de fuego, es efusivo y demostrativo, algo que se pone especialmente de manifiesto cuando se enoja. Los golpes son parte de la manifestación de su pasajera ira, esperemos que no sean hacia nuestro rostro, aunque todo puede pasar. Al cabo de unos minutos, todo habrá pasado y hasta puede que se olvide por qué se enojó tanto.

 

  • Capricornio – con indignación: es muy difícil que se enoje la cabra, por lo tanto, cuando ocurre es porque le has hecho algo muy terrible e imperdonable. Su indignación es silenciosa y retraída, pero será lo último que recuerdes de ellos.

 

  • Acuario – te repele: manifiesta su enojo alejándose de ti. Es probable que nunca te enfrente para darte sus motivos, sino simplemente dará un paso al costado y seguirá con su feliz existencia sin ti en ella. ¿Te está evitando? Sí, claro, y lo hará por siempre.

 

  • Piscis – con dolor: la angustia y el dolor son parte del enojo de Piscis. Este signo vive congraciado con el perdón, por lo que no quiere sentir bronca y enfado. No obstante, cuando lo hace, un inmenso sufrimiento se apodera de su ser y, si bien te perdonará, ya no volverá a mirarte con los mismos ojos.