Significado del arcano El Diablo en una tirada del amor

El Diablo y el amor

El arcano mayor El Diablo aparece para meter su cola en los asuntos amorosos del consultante y para recordarle que todo lo que ahora está bien, dentro de muy poco puede estar realmente mal. Para empeorar las cosas, su presencia no se limita a una simple advertencia, sino que cuando lo enfrentamos cara a cara en una tirada de amor, es que ya estaba presente para derrumbar lo que hemos construido. En otras palabras, las noticias están muy lejos de ser buenas si El Diablo decidió hacer gala de su presencia.

Simbología del arcano El Diablo

La figura con la que nos enfrentamos es el diablo alado, el cual simboliza el mal en toda su expresión. Esta entidad tiene la capacidad de ser buena, es más, lo fue durante un tiempo, pero llegó un momento en que se le presentaron dos caminos ante sí: el del bien y el del mal, ante lo cual eligió la última opción.

En la baraja del Tarot, El Diablo tiene a dos personas atadas y a sus pies. Esto significa que le ha quitado a estos seres humanos el poder del libre albedrío y los ha convertido en sus esclavos para obligarlos a hacer el mal.

Significado del El Diablo en todos sus aspectos

  • Persona: la persona de la que nos hemos enamorado no es quien creemos que es. Se trata de alguien con magníficas capacidades para esconder un yo oscuro y malévolo. Desde el comienzo fuimos su objetivo para lograr beneficios personales. No escatimará en mentiras para salirse con la suya y nuestros sentimientos son lo que menos le importa en la vida. Estamos ante «el lobo disfrazado de cordero» en persona.

 

  • Situación: nos presenta una situación crítica. Si la pareja recién está comenzando, estamos en las manos equivocadas y lo antes que nos demos cuenta de ello, antes podremos escapar de sus garras. La relación no tiene futuro, pero sí nos dejará un sabor muy amargo. En el caso de que se trate de una pareja que ya lleva su tiempo, algo cambió en la otra persona y nos hemos convertido en su peldaño para escalar y beneficiarse. Por muy duro y doloroso que sea, es necesario que abandonemos esa relación y nos reencontremos con nosotros mismos.

 

  • Sentimientos: fluyen sentimientos de ira, inestabilidad, venganza y codicia. No hay que descartar que nuestra pareja esté con nosotros debido al interés económico que siente hacia nuestros bienes materiales. No hay amor, sino interés, y se trata del peor que puede haber, ya que si tiene la posibilidad de quitárnoslo todo, lo hará.

 

  • Dinero: los problemas económicos han trazado un surco irreparable en la pareja. Existe desconfianza mutua y no logran ponerse de acuerdo acerca de en qué debe gastarse el dinero. Si un miembro de la pareja cree que es mejor ahorrar, el otro cree que esto es exagerado y se inclina por llevar un estilo de vida más holgado. No hay solución en el horizonte.

 

  • Futuro de la relación: no hay un futuro en común, sino que cada miembro deberá cumplir su destino de forma separada. La hostilidad se ha instalado en los corazones de quienes solían ser los amantes más apasionados del mundo. Ahora solo prima el instinto de conservación, por lo que cada uno querrá imponer su punto de vista y sus intereses, y no importa el precio que deban pagar por ello.