La mandrágora – la planta de las brujas

La mandrágora, la planta de las brujas es lo que nos reúne hoy como un portal hacia el pasado, hacia los tiempos en que tener un conocimiento más profundo de la naturaleza que la gente promedio era motivo de ser condenado a muerte. Desde sus chozas en paisajes campestres, las brujas, que no eran más que lo que hoy día se conoce como una curandera, se servía de las plantas y hierbas para causar un efecto beneficioso en el cuerpo de quien padecía una dolencia. Pero, ¿qué tenía de especial la mandrágora que no tenía el resto de las plantas?

Propiedades de la mandrágora

  • Todo está en la raíz: la mandrágora es una planta cuya fuerza mágica se encuentra en la raíz, la cual es blanca y se encuentra dividida en dos o tres ramificaciones. La presencia de la mandrágora es muy fuerte en los escritos medievales, incluyendo la famosa obra Romeo y Julieta del afamado William Shakespeare.

 

  • Fuerza sin límites: las propiedades que se le atribuyen son tanto de toxicidad como de curación y potenciación. En este último caso, es importante tener en cuenta que desde antaño se la utiliza para fortalecer el magnetismo personal, aumentar la energía personal y fortalecer los vínculos de amor.

Leyendas que circundan a la mandrágora

  • No cualquier mandrágora servía: en los tiempos en que las brujas eran perseguidas, no cualquier mandrágora servía, sino sólo aquellas que crecían en dónde se había producido un drenaje de la eyaculación de un hombre ahorcado y, dato nada menor, esta debía haber sucedido post mortem.

 

  • Lugares misteriosos: por otro lado, el hecho de que las mandrágoras sólo crezcan en bosques sombríos o a la orilla de ríos y arroyos, ya era razón más que suficiente para atribuirles propiedades mágicas y misteriosas.

 

  • Raíz con forma humana: a su vez, un dato muy importante también es que, para que la mandrágora cumpliera con sus propiedades, se creía que era necesario que la forma de su raíz se asemejara a la figura humana. Si bien esta es una de las características de esta planta, no todas ellas cumplen con esta condición.

 

  • arrancar una mandrágora era una tarea en la que nadie quería abocarse, ya que se afirmaba que, no sólo su raíz arrancaba un desgarrador grito hacia quienes quisieran retirarla de la tierra en la que había crecido, sino que también se aseguraba que quien la arrancara, moriría en el intento. A los efectos de solucionar este tema, lo que se hacía era cavar alrededor de la raíz hasta que esta quedara al descubierto, una vez logrado este objetivo, se ataba a un perro con una cuerda a esta y se llamaba al perro para que se dirigiera hacia el sitio opuesto de la mandrágora. De este modo, la raíz resultaba arrancada, a la vez que el que moría era el perro.

Las mandrágoras en la actualidad

Actualmente, las mandrágoras se utilizan para confeccionar perfumes, esencias y ungüentos que, utilizados por la persona, potencias las áreas que la persona tiene más débiles. Si bien se puede recurrir a una bruja blanca para que con su energía nos ayude a hacer más efectivos sus efectos, también tenemos acceso a sus productos de forma independiente.